Si pensamos en una dependencia, es muy probable, prácticamente seguro, que a la mayoría nos venga a la mente una cuestión física. Sin embargo, hay un mundo más allá de lo físico, hay un mundo en lo mental. Y es aquí donde nos encontramos con el Alzheimer.
El diagnóstico no era lo que es hoy en día y no se le otorgaba la debida importancia, decian...“Cosas de la edad”; pero no es así, y es ahora cuando realmente lo sabemos.
Pues, que una persona con Alzheimer pierda la orientación y su memoria, son síntomas de la propia enfermedad. Así empieza todo, de hecho, junto con la pérdida de costumbres y rutinas diarias.
Pero rebobinemos un poco… Exactamente, ¿qué es el Alzheimer? Pues una enfermedad neurodegenerativa debida a una pobre conexión de las neuronas, lo que provoca que capacidades adquiridas a lo largo de la vida, tan básicas como caminar, leer y hablar, o las que creemos como innatas, como comer, se pierdan. No existe un estándar de tiempo estipulado para el desarrollo del Alzheimer, depende del caso, aunque la edad aproximada de gestación de la enfermedad se encuentra alrededor de los 65 y 70 años.
Lo que rodea a la enfermedad, nunca lo sabemos… Hasta que se vive. Quizás no como enfermo de Alzheimer, sino de cuidador. Cuando hablamos del cuidador, nos referimos a aquellos familiares que lo dejan todo por cuidar a su madre, padre, hermano… Dando un giro al rumbo de su vida, porque su vida es su familia.
En el inicio de la enfermedad la persona enferma es consciente de que algo no va bien, que no controla la situación. Y se siente frustrada e impotente. Odia sentirse dependiente, cuando siempre se ha valido por sí misma. Precisamente, por este motivo, la paciencia y empatía con la persona es crucial en todo momento, con el objetivo que sobrelleve la enfermedad lo más dignamente posible.
Las relaciones sociales son cruciales durante el proceso, tanto para el enfermo como para la familia. Para el enfermo, suponen una manera de mantener vivos sus recuerdos y sus rutinas, de no perderlas nunca. Para la familia, son una bocanada de aire fresco, pequeños respiro en el día para desconectar de la dura realidad en la que se encuentran.
Sabe que la persona nunca volverá a ser la misma pero, ¿quién no cambia en el transcurso de su vida? El Alzheimer debe tomarse como una etapa de la vida en la que perdemos capacidades. Si lo tomamos demasiado en serio, se vuelve como un espiral de sentimientos amargos que no nos ayudan en ninguna de las dos posiciones. Por ello es importante concienciarse de que esa será la realidad hasta el momento y apoyarse en los seres queridos.
http://blogorientatentuvoluntariado.blogspot.com.ar/2016/09/mas-alla-del-alzheimer.html
cuanta razón chicas..es una enfermedad que puede tener cualquier persona y debemos estar preparados para contenerlos
ResponderEliminarMuy bien.
ResponderEliminarmuy buen tema chicos!! la verdad tienen mucha razon. Tenemos que ayudar a las personas con esa enfermedad y no abandonalas.
ResponderEliminarInteresante . y si seguramente más allá de lo físico esta lo mental y esta Muy bueno abordar estos temas. Muy buena información
ResponderEliminarInteresante . y si seguramente más allá de lo físico esta lo mental y esta Muy bueno abordar estos temas. Muy buena información
ResponderEliminarEs cierto y apoyarlos porque es una enfermedad en la cual se necesita de los seres queridos de mucha paciencia,comprension,de entenderlos y de dedicación. Y mostrarles mucho amor
ResponderEliminarLa verdad que leyendo su blog entendí la importancia de estar informados antes esta enfermedad peligrosa ye nos afecta a todos ..
ResponderEliminarLa verdad que leyendo su blog entendí la importancia de estar informados antes esta enfermedad peligrosa ye nos afecta a todos ..
ResponderEliminarLa persona que padece esta enfermedad necesita de un acompañamiento por parte de toda las sociedad. Gracias por la informacion
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